CHANEL ha lanzado al mercado un innovador y ecorresponsable enfoque de la belleza que combina el cuidado de la piel, el maquillaje y una fragancia en rocío: Nº1 de CHANEL. Su composición incluye ingredientes renovables de origen natural que reducen el impacto ambiental. Contienen hasta un 97 % de ingredientes de origen natural sin comprometer la eficacia, la seguridad y la calidad sensorial. En el embalaje, de diseño ecológico que incluye material Sulapac, se ha tenido en cuenta cada detalle con apego a las estrictas normas de la marca CHANEL.

La gama completa de productos para el embalaje de Nº1 de CHANEL se diseñó con respeto al medio ambiente e incluye tapas que contienen material de base biológica. Son el resultado de una colaboración que empezó en 2018 entre el Departamento de Innovación en Embalaje para Fragancias y Productos de Belleza de CHANEL por un lado, y Sulapac, empresa finlandesa de reciente creación dedicada a innovaciones en el material por el otro.

“El 90 % de la tapa de nueva generación usada en Nº1 de CHANEL Cream se fabrica con material de base biológica proveniente de recursos renovables, esto es, con virutas de madera derivadas de procesos industriales paralelos que han sido certificadas por el Consejo de Manejo Forestal (FSC™*) y combinadas con cáscara de semilla de Camelia. Se trata de un avance tecnológico que ha redundado en numerosas solicitudes de patente pendientes.** A lo largo del proceso, se ha tenido en cuenta cada detalle con apego a las estrictas normas de la marca CHANEL, incluida la calidad sensorial del material, su resistencia a variaciones de calor, el sonido peculiar al cerrar el tarro y la sensación que produce al sostenerlo en las manos, así como el matiz del acabado satinado con la emblemática doble C grabada”.

Más de 40 pruebas fueron necesaria para que Piia Peltola, la directora de Investigación y Desarrollo de Sulapac, consiguiera la composición perfecta para el material. “Ha sido fascinante ver de cerca tanta pasión por el toque de la marca y su impacto ambiental”, afirma Piia Peltola. “Nuestro primer objetivo fue introducir, como innovación, un material de base biológica que contuviera cáscara de semillas del género Camelia y que fuera resistente al calor y a la humedad. Al principio, esto no era más que un concepto en la mente. Camelia es un material inherentemente hidrófilo, es decir, que absorbe agua con mucha facilidad. Resolver eso representó un gran logro para nosotros, y es la primera vez que incorporamos ese elemento en nuestro material de embalaje sobre medida” dice Peltola al explicar el alcance de esta colaboración.

“Con este ejemplo alentamos a otras empresas a seleccionar material sostenible para el embalaje,” señala Suvi Haimi, directora general y cofundadora de Sulapac. “Fue fascinante combinar, en este exclusivo material de embalaje, productos derivados como la cáscara de semillas de Camelia con virutas de madera certificadas por el Consejo de Manejo Forestal (FSC™*). Ahora estamos en condiciones de usar también otros procesos paralelos sin comprometer la funcionalidad del producto final. Esto nos ayuda a reducir la huella ambiental aún más”, indica Haimi.