Implementación de una producción completa de galletas en los Balcanes
- Publicado el 06 de Noviembre de 2024
Quién se atreve a empezar de nuevo puede estar seguro de que le esperan sorpresas y retos emocionantes. Sin embargo, para tener éxito en un terreno desconocido, no sólo hace falta entusiasmo, sino también conocimientos y experiencia. Y para ello, más vale acudir a los profesionales del sector: como lo hizo Violeta consultando a Schubert. Cuando el fabricante de cosméticos y productos de higiene compró Lasta, un fabricante tradicional de galletas, el constructor de maquinaria de Crailsheim le prestó su apoyo no sólo con la tecnología de las líneas para los dulces horneados, sino también con mucha experiencia e intenso desarrollo de embalajes.
Más de 60 años de historia de la empresa y, de repente, todos los equipos están parados, ni un solo empleado transita por los pasillos de la planta de producción. Ese fue el panorama al que se enfrentaron el fundador y propietario de Violeta, Petar Ćorluka, y su mánager, Ante Miloš, en 2017 en la sede principal de Lasta, en la ciudad de Čapljina, en el suroeste de Bosnia-Herzegovina. Desde 1952, el fabricante de pasteles dulces era conocido en toda la península de los Balcanes, pero entonces llegó la insolvencia.
Para ambos, sin embargo, el estancamiento de la producción no era motivo para desesperarse, sino todo lo contrario. Tenían grandes planes para Lasta: La empresa tradicional pasaría a formar parte de Violeta, una exitosa empresa que factura millones de dólares en cosméticos y productos de higiene. Petar Ćorluka estaba convencido de que, con su empresa Violeta como base sólida y su capacidad empresarial, sería posible devolver a Lasta su antigua grandeza.
El problema: Violeta dispone de amplios conocimientos técnicos en la producción de servilletas y detergentes, limpiadores de suelos y pañales, higiene femenina y champú, pero las galletas y los barquillos eran algo completamente nuevo para todos los empleados. Y había además otro reto: para Violeta no era una opción aceptar instalaciones y procesos de fabricación antiguos. Ćorluka y Miloš querían equipos de última generación que garantizaran que Lasta reiniciara la actividad en las mejores condiciones posibles.
Para satisfacer las altas exigencias se requerían los conocimientos técnicos adecuados, tanto para los procesos de producción como para el embalaje de los productos de panadería dulce. Para ambas disciplinas, la dirección de Violeta buscó la experiencia de los mejores proveedores que pudo encontrar. Durante varios meses, Ante Miloš y el ingeniero jefe Ivan Brnadic investigaron qué fabricantes y proveedores de servicios podían ofrecerles los mejores conocimientos del sector. En Schubert encontraron lo que buscaban: tras una exhaustiva investigación y la identificación de tres posibles proveedores de nuevas líneas de embalaje, el fabricante de maquinaria de Crailsheim se impuso a la competencia, "porque Schubert tiene una gran ventaja tecnológica", como saben en Violeta. Las mejores condiciones, por tanto, para alcanzar el objetivo ya inicialmente declarado de producir productos de panadería que hagan honor al nombre tradicional de Lasta.
El foco se centra en dos tipos de galletas: los rollitos de galleta rellenos y las obleas huecas rellenas, de diferentes sabores, tales como higo o chocolate. Lo que Violeta quería de Schubert era una solución de embalaje que ofreciera una gran flexibilidad en el procesamiento de diferentes productos horneados, cambios rápidos de formato, así como un alto rendimiento y la manipulación de grandes cantidades, esto es, características de eficacia comprobada en la producción de cosméticos y productos de higiene. Además, la línea de embalaje debía ofrecer una gran estabilidad mecánica para permitir una larga vida útil incluso con un uso intensivo. Por último, la situación del personal también influyó en el pliego de condiciones: se esperaba que los operarios no cualificados pudieran manejar la línea con la misma fiabilidad que el personal cualificado.
Gracias a su investigación inicial, Miloš y Brnadic sabían que Schubert tenía mucho más que ofrecer además de pura ingeniería de planta. Por tanto, Violeta también confió en el desarrollo de embalajes del proveedor de soluciones, en un momento en el que ni siquiera se habían determinado las características finales de los productos. "Al fin y al cabo, la antigua nave Lasta era prácticamente un cascarón; Violeta empezó realmente desde cero", informa Dirk Andrich, jefe de ventas de Schubert. Estuvo in situ varias veces durante la planificación y la realización, al final incluso con todo un equipo de Schubert para una inspección.
Sin embargo, en términos concretos, primero se necesitaron diferentes cajas expositoras, bandejas de cartón y bolsas tubulares para embalajes individuales y Multipack, y de la forma más sostenible posible. Además de las nuevas cajas expositoras, el departamento de desarrollo de embalajes también realizó un diseño sostenible para las bandejas de cartón con separadores. Incluso para las bolsas tubulares, Schubert pudo hacer posible el material de embalaje a base de papel gracias a sus tecnologías de sellado flexible de la Flowpacker: Las bolsas tubulares para embalajes individuales están fabricadas con una película compuesta sellada en frío, mientras que las bolsas tubulares Multipack están fabricadas con una película a base de papel también sellada en frío. En cuanto a la línea, se suministraron tres máquinas robotizadas: una Flowpacker, una encajadora para Flowpacks y una encajadora para bolsas.
"Me impresionó la profesionalidad del equipo humano; el rendimiento y el compromiso estaban al más alto nivel", afirma Dirk Andrich. El hecho de que la implementación mancomunada del proyecto fuera todo un éxito se refleja en el panorama que ven hoy los visitantes de la fábrica de Lasta. Desde la instalación y puesta en marcha de las máquinas Schubert, los rollitos de galleta y las obleas pasan de dos hornos a la Flowpacker. En sentido contrario al del flujo del producto, los robots Pick and Place colocan los dulces horneados en bandejas de cartón, que luego se embalan en bolsas tubulares Multipack elaboradas con película de papel. En su recorrido desde la Flowpacker hasta la estuchadora, todas las unidades de embalaje pasan por una báscula de control. Sólo una vez superado este control de calidad, la estuchadora embala cada uno de los Flowpacks o Multipacks en cajas expositoras. El producto sobrante de la Flowpacker se embala en una empaquetadora de bolsas adicional. Para ello se dispone de cuatro formatos. La segunda encajadora de Schubert, como última estación, se encarga finalmente de embalar estas bolsas en cajas expositoras de cartón con tapa.
Dado que Violeta había previsto inicialmente utilizar bandejas de plástico, la Flowpacker se diseñó en un principio únicamente para desapilar las bandejas. Posteriormente cuando se tomó la decisión en cuanto al uso de bandejas sostenibles de cartón, el formado de las mismas se integró posteriormente en la línea y se planificó con hombros formadores especiales para la película de papel. Al respecto, el equipo de diseño de Schubert demostró una vez más las ventajas del diseño modular y flexible de las embaladoras. El resultado es una producción de hasta 520 productos por minuto con cuatro formatos diferentes.
En el proceso, el fabricante de máquinas embaladoras aprovechó la oportunidad para explorar los límites del procesamiento de películas a base de papel y logró un aumento significativo: en lugar de los 20 anteriores, es posible alcanzar hasta 44 metros por minuto sin pérdida de calidad en el embalaje obtenido. "Con pruebas y mucha optimización, hemos superado la barrera técnica que existía hasta ahora", afirma satisfecho Dirk Andrich.
La Casepacker destinada a embalar las bolsas también se modificó posteriormente para poder cubrir totalmente la producción sin la Flowpacker, incluso al máximo rendimiento de los hornos. Mediante una herramienta de formato recién definida y gran ingenio técnico, los diseñadores de Schubert han logrado que la producción de un máximo de 80 sacos por minuto pueda aumentarse a un máximo de 110 sacos a partir de 2023. En última instancia, el rendimiento adicional en todos los procesos de embalaje constituye también para Lasta un requisito ideal para posibles ampliaciones de la producción.
Con el paquete integral de consultoría, desarrollo de embalajes e ingeniería de líneas, el equipo de Dirk Andrich ha satisfecho plenamente a su cliente Violeta. "Schubert tiene una gran ventaja tecnológica y una mejor ingeniería mecánica. La empresa es un socio fiable", subrayan el director Ante Miloš y el ingeniero jefe Ivan Brnadic. Junto con la directora del proyecto, Marija Tolic, están especialmente satisfechos porque la planta no sólo es potente, sino que también puede ser manejada muy bien por cualquier operador gracias a las HMI intuitivas y al inteligente diseño de la línea.
La línea de Schubert sólo ocupa la mitad del espacio de la nave de Lasta. Pues, en el futuro, está previsto aumentar la producción: Se va a construir otro horno, incluida una línea de embalaje asociada. Todo apunta a que el lugar ofrecerá muchas más vistas nuevas, pero hay una que de seguro no se volverá a ver: las líneas paradas y los pasillos vacíos ya no se volverán a ver allí tras el éxito del nuevo inicio.