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Bosch mantiene el rumbo en la crisis del coronavirus y logra un resultado positivo

  • Publicado el 19 de Febrero de 2021

En el año fiscal 2020, el Grupo Bosch logró un resultado positivo a pesar de los efectos de la crisis del coronavirus y de la caída de la producción de automóviles. De hecho, el proveedor de tecnología y servicios se desarrolló mejor de lo inicialmente esperado. Según las cifras preliminares, el beneficio antes de intereses e impuestos (EBIT) ascendió a unos 1.900 millones de euros.

Bosch mantiene el rumbo en la crisis del coronavirus y logra un resultado positivo

Esto sitúa el margen EBIT en alrededor del 2,5 por ciento. Sin tener en cuenta los gastos de reestructuración, el EBIT estimado es de unos 3.300 millones de euros, con un margen aproximado del 4,5 por ciento. Las ventas totales del Grupo Bosch ascendieron a 71.600 millones de euros, una caída interanual del 4,4 por ciento después de ajustar los efectos del tipo de cambio.

“A pesar del impacto de la pandemia, pudimos lograr un resultado muy positivo. Sobre todo, tenemos que agradecer el extraordinario compromiso de nuestros empleados”, dijo Dr. Volkmar Denner, presidente del Consejo de Administración de Robert Bosch GmbH, en la presentación de las cifras preliminares de negocio. La amplia diversificación y presencia global de la compañía también demostraron su valía, agregó.

“Al invertir en áreas de importancia futura como la movilidad sostenible, el Internet of Things y la inteligencia artificial, estamos ampliando aún más nuestro liderazgo en innovación”. En particular, Bosch cree que el AIoT, la combinación de inteligencia artificial (AI) e Internet of Things (IoT), creará oportunidades de crecimiento en el mercado por valor de miles de millones de euros. “Queremos convertirnos en una empresa líder en AIoT”, dijo Denner. "Gracias a nuestro amplio conocimiento del área y a nuestra amplia experiencia en electrónica y software, tenemos más a favor que la mayoría de nuestros competidores".

Después de que las ventas de Bosch cayeran en picado en primavera a raíz del confinamiento que afectó a numerosos países e industrias, éstas se recuperaron sustancialmente durante la segunda mitad de 2020. "En general, estamos muy satisfechos con la forma en que se desarrolló el negocio en 2020, a pesar de la crisis", dijo Stefan Asenkerschbaumer, director financiero y vicepresidente del Consejo de Administración.

"Actuamos rápidamente para adaptar nuestros costes y gastos de inversión a la caída de las ventas, sin descuidar nuevas y prometedoras áreas de negocios". Como resultado, Bosch generó el flujo de caja libre más alto en la historia de la empresa, alrededor de 5.000 millones de euros, garantizando el suficiente margen financiero durante la crisis. Con un ratio de CapEx de alrededor del 5 por ciento, Bosch pudo ahorrar alrededor de 1.000 millones de euros en efectivo en comparación con el ejercicio anterior.

A pesar de la crisis, Bosch continúa enfocando su estrategia hacia áreas de importancia futura, al tiempo que está comprometida con las prácticas comerciales sostenibles. La compañía consiguió un hito significativo en la primavera de 2020 cuando, a pesar de la pandemia, alcanzó la neutralidad climática en sus 400 localizaciones de todo el mundo. “Cumplimos nuestra palabra. Según cálculos internos, Bosch ha sido la primera empresa industrial que opera a nivel mundial en lograr la neutralidad climática desde la primavera de 2020. Antes, con menos compensaciones y de manera más rentable que lo planeado”, dijo Denner, explicando que, actualmente, se está llevando a cabo una auditoría independiente. También reafirmó el próximo objetivo de Bosch, que es una reducción, para 2030, del 15 por ciento de las emisiones de CO2 a lo largo de la cadena de suministro.

A través de su unidad de negocios Bosch Climate Solutions, Bosch está transmitiendo a otras empresas su experiencia en alcanzar la neutralidad climática. Entre sus clientes destacan Freudenberg, Hansgrohe y Koehler Paper Group. “Nuestro nuevo servicio de asesoría está allanando el camino para que las empresas se vuelvan climáticamente neutrales, al tiempo que abre nuevas áreas de crecimiento”, dijo Denner.

Por esta razón, Bosch confía en soluciones técnicas nuevas y mejoradas para el futuro de la conducción. En el camino hacia la movilidad sostenible, explicó, la compañía ha invertido ya 5.000 millones de euros en la propulsión eléctrica. Este año, Bosch gastará 700 millones de euros en el desarrollo de soluciones de movilidad eléctrica, incluidas pilas de combustible, casi un 40 por ciento más que el año anterior. “En el futuro previsible, la movilidad eléctrica se convertirá en uno de los principales negocios de Bosch. Nuestro objetivo es convertirnos en el líder del mercado en movilidad eléctrica para vehículos que funcionen con baterías y pilas de combustible”, dijo Denner. "Ya tenemos una cartera de movilidad eléctrica más amplia que cualquier otra empresa, desde bicicletas hasta camiones".

Las grandes inversiones anticipadas que Bosch ha realizado en esta área están dando sus frutos: actualmente, el negocio de electrificación del sistema de propulsión está creciendo en Bosch el doble de rápido que el mercado, alcanzando un valor de varios miles de millones de euros, explicó Denner. Desde 2018, la empresa ha conseguido 90 proyectos en este campo, 30 de ellos durante el pasado año y valorados en 7.500 millones de euros. Más de 2,5 millones de vehículos en todo el mundo equipan ya componentes de propulsión eléctrica de Bosch.

Según Denner, el cambio estructural en la industria y la próxima introducción de la normativa Euro7 sitúan al sector automovilístico en una fase de transición desafiante. "La electromovilidad está llegando y Bosch ha estado impulsando activamente este cambio durante años", dijo. “Pero las inversiones anticipadas para financiarlo tienen que provenir de nuestro actual negocio de propulsión”. Para poder mantener consigo al mayor número posible de empleados durante esta transformación, tanto para Bosch como para otras empresas es crucial que la transición sea suave, agregó.

“Así como los coches eléctricos son neutros en carbono cuando funcionan con electricidad renovable, lo mismo ocurre con los coches diésel y gasolina siempre que funcionen con combustibles sintéticos. No deberíamos permitir que la próxima normativa Euro7 desperdicie esta oportunidad de mitigar el calentamiento global". Incluso hoy en día, los motores diésel y gasolina modernos ya no tienen un impacto significativo en la calidad del aire urbano. "El hecho de que algo sea social y económicamente correcto no tiene por qué ser ecológicamente incorrecto", continuó Denner. "Debemos mantener un equilibrio entre los aspectos económicos, ecológicos y sociales". Ayudar a la industria automovilística en la transición hacia una movilidad ecológica y respetuosa con el clima, y ​​al mismo tiempo salvaguardar los puestos de trabajo, debería ser el objetivo, dijo.

Al combinar la inteligencia artificial y el Internet of Things, Bosch quiere posicionarse en un mercado que tiene un valor de miles de millones de euros. Con soluciones innovadoras de AIoT, la empresa creará un beneficio añadido para los clientes al reducir los costes energéticos y aumentar la comodidad y la seguridad. La información obtenida mediante la conectividad sobre cómo se utilizan sus productos, debería mejorar su utilización futura a través de actualizaciones de software o como base para nuevas funciones y servicios. En los últimos años, Bosch ha creado los prerrequisitos técnicos: la IoT suite conecta dispositivos, sensores y gateways, mientras que una infraestructura en la nube procesa los datos. Además, una plataforma AI permite que las aplicaciones de inteligencia artificial se puedan escalar rápidamente.

"El siguiente paso es convertir la competencia técnica en negocio", dijo Denner. Bosch ha vendido ya unos diez millones de herramientas eléctricas, electrodomésticos y sistemas de calefacción con conectividad, y el número de usuarios activos está creciendo. Para aprovechar las competencias existentes en el campo de la inteligencia artificial, la compañía fundó el Bosch Center for Artificial Intelligence (Centro Bosch de Inteligencia Artificial), o BCAI, a principios de 2017, y se siente bien posicionada. Apenas tres años después de su creación, la inversión inicial ya está dando frutos: la contribución del BCAI al resultado es de unos 300 millones de euros. El BCAI emplea actualmente a unos 270 especialistas en inteligencia artificial, que trabajan en más de 180 proyectos en los ámbitos de la movilidad, la producción, el hogar inteligente y la agricultura.

La nueva división Cross-Domain Computing Solutions, con alrededor de 17.000 empleados, también jugará un papel importante en el camino de Bosch para convertirse en una empresa de AIoT. “La nueva división reúne el desarrollo de hardware y software para nuevas arquitecturas de electrónica en el vehículo”, dijo Denner. "Esta es nuestra vía de entrada a un mercado emergente impulsado por mayores niveles de inteligencia en los automóviles". Solo en la segunda mitad de 2020, Bosch obtuvo pedidos por valor de unos 2.500 millones de euros para sus computadoras para vehículos. Este año, se esperan acuerdos adicionales por valor de miles de millones de euros.

Bosch está desarrollando aplicaciones AIoT en todas sus áreas empresariales. Un ejemplo es Aviotec, un sistema de detección de incendios basado en video que utiliza la inteligencia artificial para detectar humo y llamas, aunque los infrarrojos sean la única fuente de luz. Otro ejemplo es una plataforma de aplicación para inspeccionar visualmente piezas de trabajo, que implementa inteligencia artificial para ayudar a detectar incluso los rasguños superficiales más pequeños. Y en los dispositivos de monitorización de la actividad física, un nuevo sensor de autoaprendizaje con edge AI minimiza los tiempos de latencia y el consumo de energía; la inteligencia se encuentra en el propio sensor.

Como consecuencia de la pandemia de coronavirus, las ventas descendieron en todas las áreas empresariales de Bosch, a excepción de Consumer Goods que registró crecimiento. El área empresarial Mobility Solutions, que se vio especialmente afectado por la paralización de la producción en la industria automovilística, registró unas ventas de 42.300 millones de euros. Sin embargo, a pesar de una caída interanual del 9,5 por ciento, el negocio se desarrolló mejor que el mercado, ya que la producción de vehículos se contrajo en un 15 por ciento. Después de ajustar los efectos del tipo de cambio, las ventas cayeron un 8,1 por ciento.

Consumer Goods aumentó sus ventas en un 5,2 por ciento, hasta los 18.600 millones de euros. Después de ajustar los efectos del tipo de cambio, esta cifra se eleva al 8,2 por ciento. El negocio de electrodomésticos y herramientas eléctricas se benefició de la tendencia de los consumidores a concentrarse en el ámbito doméstico. A pesar del repunte de los pedidos a partir de otoño, el área empresarial Industrial Technology no pudo librarse de la prolongada debilidad del mercado.

Con 5.100 millones de euros, las ventas totales fueron un 16,0 por ciento inferiores a las del año anterior. Después de ajustar los efectos del tipo de cambio, las ventas cayeron un 15,0 por ciento interanual. El área empresarial Energy and Building Technology alcanzó unas ventas de 5.400 millones de euros. Si bien los programas de financiación ayudaron al negocio de termotecnia a desarrollarse de manera favorable, la cancelación de muchos eventos afectó al negocio de tecnología de conferencias y megafonía. Las ventas disminuyeron un 3,4 por ciento, o un 2,0 por ciento después de ajustar los efectos del tipo de cambio.

Bosch sintió el impacto de la caída de ventas en primavera en todas las regiones. Las ventas en Europa totalizaron 38.000 millones de euros, lo que representa una disminución interanual del 5,7 por ciento, o del 4,6 por ciento después de ajustar los efectos del tipo de cambio. Las ventas en América del Norte se redujeron un 14,0 por ciento hasta los 10.800 millones de euros, una caída del 12,0 por ciento ajustada al tipo de cambio.

En Sudamérica, las ventas alcanzaron los 1.100 millones de euros. En términos nominales, esto representa una caída del 21,0 por ciento, si bien, después de ajustar los efectos del tipo de cambio, el descenso es tan solo del 2,5 por ciento. En Asia-Pacífico, las ventas totalizaron 21.700 millones de euros, solo un 1,4 por ciento menos que el año anterior. Tras el ajuste por los efectos del tipo de cambio, las ventas crecieron un 0,5 por ciento. La recuperación temprana del mercado y el desarrollo positivo en China ayudaron. Por primera vez en la historia de Bosch, las ventas en China superaron las de Alemania.

A 31 de diciembre de 2020, el Grupo Bosch empleaba a unos 394.500 trabajadores en todo el mundo. Esto muestra que, a pesar de la crisis, Bosch pudo mantener los niveles de empleo en gran medida estables, y los cambios se produjeron principalmente en China y Alemania. Bosch aumentó ligeramente la plantilla en las áreas de investigación y desarrollo para garantizar que pueda seguir impulsando inversiones estratégicas clave.

Bosch espera que la economía mundial se recupere lentamente en 2021, con un crecimiento algo inferior al 4 por ciento, después de una disminución del 4,5 por ciento en 2020. “La crisis no ha terminado”, dijo Asenkerschbaumer. En su opinión, no solo frenarán el crecimiento la continua alta tasa de infecciones y las restricciones sociales y económicas asociadas. Acontecimientos políticos como el Brexit y la continua competencia estratégica entre Estados Unidos y China podrían conducir a restricciones comerciales que también afectarían al desarrollo económico mundial.

“A pesar de todos los retos, nuestro objetivo sigue siendo crecer por encima del mercado en los sectores y regiones que nos son importantes”. Independientemente del desarrollo futuro de la pandemia, Bosch tiene la intención de continuar con las medidas de ajuste necesarias para responder al cambio estructural, llevándolas a cabo de la manera más socialmente aceptable posible. “Nuestros rigurosos esfuerzos para reducir costes e impulsar la competitividad aseguran una base financiera sólida para la expansión de áreas nuevas y prometedoras”.

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